Descubre las playas más reconditas de Ibiza (I)

Ibiza cuenta con algunas de las playas más famosas y con más ambiente del mundo ( Ses Salines, Platja d'en Bossa, Cala Conta, Cala Bassa...) pero para aquellos que queráis descubrir algunos de los rincones más tranquilos y pintorescos de Ibiza alejados de la multitud os ofrecemos algunas de nuestras playas favoritas. Estas playas son muchas veces de difícil acceso por lo que llegar a ellas en barco es la mejor opción.

Os dejamos a continuación algunas de estas playas que nos encantan. Más adelante iremos añadiendo más playas a esta lista.

Cala Olivera

Cala Olivera está a 3,8 kilómetros de Cala Llonga, entre Pont Foradat y Clot d’en Llaudis, así como cerca de la urbanización Roca Llisa, registrando una afluencia baja de bañistas.

Esta playa se caracteriza por tener un entorno virgen, reducidas dimensiones y por su tranquilidad. Tiene forma semicircular, está flanqueada por márgenes agrestes y rocosos, así como protegida por un islote situado en el centro de esta rada. Presenta un talud recubierto de gruesa arena blanca y gravas. Está orientada hacia el este, recibiendo vientos flojos de componentes sur-sureste.

El hecho de ser una cala resguardada del oleaje convierte este tramo del litoral en apto para el baño, aunque se registra una pendiente elevada –a 25 metros de la orilla cubre 1,8 metros–, así como para el fondeo de embarcaciones. La grava y los cantos rodados conforman el fondo más próximo a la orilla, mientras que las rocas y las algas se apoderan del lecho marino hacia el interior.

Port de ses Caletes

Port de ses Caletes está a 3,2 kilómetros de Sant Vicent de sa Cala, situado entre las puntas Nin del Corb y d’en Serra, así como bajo la mirada de Puig de sa Fita (309 metros de altura).

Este entrante de mar finaliza al tocar tierra firme en un talud de dimensiones reducidísimas, compuesto de gravas y tostados cantos rodados. Altos acantilados, coronados por un frondoso pinar, flanquean sus márgenes, y posee una pendiente pronunciada (a 25 metros del litoral se alcanzan dos metros de profundidad).

Esta ensenada virgen se encuentra expuesta a los vientos del noroeste-norte-noreste, tornándose peligrosa cuando soplan corrientes eólicas del norte y convirtiéndose en un refugio perfecto contra el aire del este. Se recomienda fondear embarcaciones en su parte más ancha, sobre fondo arenoso, a una profundidad de entre nueve y 18 metros.
Las barcas pequeñas podrán anclar más próximas a la orilla, registrándose sondas que varían entre cuatro y siete metros hasta tocar un lecho marino de arena y rocas. Se deberá prestar atención a las rocas semiemergentes.

La cristalinidad de su agua, la hermosura de su fondo y la baja afluencia de bañistas convierten este lugar en idóneo para practicar buceo.

La próxima semana os taeremos más propuestas para visitar en uno de nuestros barcos de alquiler para descubrir los rincones más desconocidos de Ibiza.